a diez años de la entrevista de MTV después de estar sin grabar por las circunstancias sociales aquí el flaco reflexiona con otra experiencia y profundiza un poco más con su música,la importancia en la creación y la repercusión social de los referentes....

no hay primera parte pero...contundente!

Canal á

Hacé clic cuando aparece la manito

2 parte
http://www.youtube.com/watch?v=cPsO1ufe_VU&feature=related

3 parte

http://www.youtube.com/watch?v=h99aGgSXvq8&feature=related
Spinetta después de sacar el disco doble con "Los socios del desierto", explica sobre su silencio por las condiciones del momento y las exigencias de las productoras

1 parte

2 parte

3 parte

Los semáforos de mi barrio
habilitan los paseos de la urbanidad.
Y me frena
el rojo púrpura del atardecer

Lucecitas de colores tan brillantes…
Qué me frenas!

Los semáforos de mi barrio
no puedo ya olvidar
Los limpiavidrios se codean con el malabar…

David Bowie - Life on Mars?

Pensar en las otras mañanas....

Pensar en las otras mañanas
las que ya sucedieron
pensar a pesar de su ejercicio
de conexiones con imágenes, sonidos
y pasadizos que regula anda a saber
como en nuestros sueños

Y se nos posa en cada mate,
En esas melodías que revolotea
Cuan picaflor
Cuan mariposa ó
Bicho feo
que salta de hoja en hoja
y suspira el canto hacia sus
pares, quién contesta aquí
o a unas cuadras y así
cada cuál con su hoja

compartiendo
su ser en cada

-uno- -mate-
-cuerpo-

Llevarnos desnudos en el verso
hasta llegar
a
Uno, en cada mate
en esas melódicas mañanas
que conversa el cuerpo

derrama hacia la tierra ó

al cielo sudando.
No digo un poema para decirte cosas, sino, quiero abrir una puerta. Esa puerta que en otro momento era de cortinas con cintitas y filtraban cosas allí. Un día me aleje de la cortina hacia el origen de mi luz, vi de donde venían esos rayos, experimente la lejanía hacia ese pasado de luz que entraban cuando las condiciones le requerían que abras las cortinas, al menos una cintita y nos comunicaramos.
Ahora esta puerta entra la luz necesaria sí, esperas a las condiciones climáticas, la cuestión esta que este tipo de luz va regenerándose entre nosotros. Eso sí, si tu quieres madre, sino vuelve ese pasado donde apenas una luz filtraba en mi cara.

Inclina la cabeza

…el tiempo es una mosca
Se para.
Una mano trata de atraparla
Vuela

Día de saco

Se mira, al reflejo el saco cauteloso y agita todos los segundos antes de lanzarlos a su antojo, a la manera que se siente más ameno hacia él porque es quién se autoriza por su nombre. Que para unos es el primero y otros dicen que es el último, pero ahí está con su saco designado aún orden que esta muy lejos de algún equilibrio. El ñato hace cantar el gallo en toda la noche, luego recibe el sol, las horas. Y ahí va comenzó su nacimiento imparable hasta ahogarse en sí mismo, en la actividad tortuosa de las 24 horas. Declinan sus más íntimos segundos declarando de cara a las nubes, a los pájaros o algún sapo que anuncia la lluvia al abismo de las horas. Y aquí estamos todos muy húmedos mirando en el balcón y pasan colectivos naranjas o cada tanto las vecinas conversas falsas historias acomodándose los rulos o el chal que le regalo la prima.
Tantos segundos no pasaron en este día vestido de saco, y dicen que vamos aquél cuarto sin luz en el primero o último día de la semana. Que nos tira a patadas, nos apura, nos amontona, nos hace pasear como locos por su posición y designio por dios o el presidente que es un momento que hay para darse hacia uno dicen pero hoy está el cuarto que no quiero acercarme y te preguntan si vas o si fuiste había mucha gente a mi me toca en la mesa 2 y a mí en la 1248, cuanto falta para que cierre. Si está todo cerrado y sin luz con muchos papeles que me chocan, no quiero tocarlos y hay que elegir y ponerlo en un sobre todas las caras que se ven repetidas en la calle de unos cuantos Domingos atrás. Y es gente que solo se ven en papeles, afiches y ahora hay que ponerlos en un sobre en ese cuarto sin luz sin nadie - si alguien se asoma por debajo de la mesa – dije – como está tan oscuro nadie sabe-. Y mañana u hoy nos avisan por las radios o la televisión quién de esos afiches que vimos en la calle es el que más gente por alguna razón que desconozco la han puesto varias veces en cada sobre, en los cuartos con luz cortada y cortinas cerradas que es para no intimidarnos pero está toda esa gente que nos mira en el afiche allí en las calles y nunca duermen.
Las horas destinadas hoy son para amontonarse, comer como chanchos hasta el hartazgo y luego preguntar por el hombre de bigotes de la mesa 98 que habla escupiendo de unos señores o cosas que nunca duermen en las radios, en la boca de la vecina con rulos y todos dicen a coro, miran a un punto diciendo un nombre que halaga o lo desdibuja en sus manos y lo vuelven armar con la cabeza – allá aquella puerta- dicen 5 o 6 personas en una mesa larga – toma el sobre- me freno miro a cada uno que agarran mi libreta la miran ponen sello firman respiran descuidadamente. Cuatro pasos abrí la puerta y allí esta la habitación sin luz, con papeles, todos amargamente sonrientes llevados a una cara lleno de gozos que no entiendo y tengo que acariciar a uno con mis dedos y me repulsa hacia la hendija de la ventana me asfixio en este cuarto íntimo que no estoy del todo cómodo, no quiero ver sus ojos, sus únicos ojos que conozco en los afiches. Escucho la puerta me preguntan si estoy bien y alcanzo a decir que no me decido entre tantas caras que ninguna quiero tocar ni ponerlas como una decisión y todas ellas van a salir por otros papeles diciendo no se que cosa y en la radio el Sr. De bigotes que va a hablar escupiendo a todas las fotos siendo su firme decisión. – y cuantos había en tu mesa- sale una voz allí abajo – a quién votaste – . Si todavía tengo el sobre entre mis dedos impacientes. Camino hacia la luz les doy el sobre sigo caminando me llaman, extiendo la mano y recibo la libreta sigo por la plaza de canchitas, no hay niños jugando y ellos no deciden, solo no lo llevan por este día de saco y le sacan las ganas de jugar. Opinamos, nos amontonamos comemos como chancho – a quien votaste- y si ya sabemos pero no importa hay que hablar igual, salen palabras atacadas porque nos interesa la decisión por la foto que agota los segundos de un día muy agitado para un par de personas que visten de saco hasta que cante el gallo.

"Los Suarez tenían..."

la vuelta en este espacio...hacía mucho que no dedicaba unas líneas, voy a comenzar con "Los Suarez tenían..."

Los Suárez tenían una bomba en el patio, el perro en la vereda y cuatro hijos en la escuela.
José salió semidesnudo, dio sus primeros bombeos del día, llevo sus manos hacia la cara refrescándose de una pegajosa siesta, hizo los mimos movimientos (bombeó, llevo sus manos hacia la cara) ya en ese momento sabía que estaba semidesnudo que hoy es jueves y que quería tomar unos mates. Se acerca el perro lo mira desde lejos, ya no como en otros tiempos, sino que espera a ser llamado. José sale hacia la puerta, entra en la cocina, pone el agua fresca del pozo en la pava y silba descuidado, como aliviándose del sueño que estaba allí hace un instante, también estaba la mesa del mediodía que le recordaba los fideos con crema, la boleta de luz impaga, el peine de la infancia. Seguía silbando cuando se escucha unas palmas enfrente de su casa, Suárez deja de silbar pero no contesta el llamado, siente que la pava comienza a silbar y el mate no está listo, se vuelve hacia la cocina saca la pava al costado y de allí tiene un mejor ángulo hacia la puerta de tejido, ve como de nuevo agitan unas palmas el Sr. en bicicletas, él sigue en la operación de unos mates, ve que la bici pega la vuelta y se aleja. Alarga la mano hacia el paquete de yerba con la izquierda sostiene el mate, pasa la puerta, el pozo hasta llegar debajo del árbol, se sienta, el perro ya no lo mira, recuerda que es jueves y está semidesnudo tomando unos mates debajo del árbol también recuerda que no está acompañado debajo del árbol, percibe unas frases con voz de mujer que le llegan al fondo del pozo del patio del ropero que no es compartido, hoy jueves.

Cuando recibo al sr ñ, lo recibo sentado leyendo en aquel asiento que tu ya sabes y el sr ñ también lo sabe. Hay veces me quedo a mitad de camino - de la lectura- y otras veces puedo leer una novela completa hasta que el sr ñ venga o me deja allí, encorvado sobre el libro. Después de una lectura febril, ñ llega le saludo y se va cuán arriero con sus vacas en el camino...ñ sigue su rumbo, en ese momento me levanto y sigo la melodía.




mira....te lo digo al oído, escuchadlo bien y admíradlo como es la costumbre aquí entre los hombres...no te apures, todavía no lo he dicho...




-camina de aquí en adelante-

puntos suspensivos

Un hecho. Un momento, llama a otro más profundo, oculto en mí, y recuerda. Me reconoce en el tiempo. Las imágenes, tienen su propia vida, se buscan despreocupadamente, encuentran, dan un estruendo que resuena una y otra vez. No puedo escapar a ello y no se si lo puedo explicar. Ellas viven - una y otra vez - el tiempo las vuelve animar, y los sentimientos golpean. Hay veces no puedo frenar las imágenes en movimiento, o no las quiero frenar, ellas necesitan activarse -pero no soporto y las invado, no logro interferir- y se hunden en un ahogo doloroso.
de perfil, los estornudos muestran los epilépticos gestos del hombrecillo que nos recibe con una taza de café chorreada

La sonoridad de las....

La sonoridad de las cosas que surgen
Relamen la pesadilla del tiempo
En el lugar justo
La promesa perfecta
El aliento maloliente del recién me levanto
Y aquí me pongo el saco
Salgo a la calle
Estamos desde siempre en el umbral, que nos mira desde sus inicios, sus prolongaciones y visiones.
Umbral.
Y que decirnos?

vientos del sur

La mañana agota su espacio y deja en su lugar los vientos del sur colocando la melena hacia la dirección contraria, como también lo hace la ropa tendida en aquel alambre -el buzo rojo que golpea como la bandera del mástil que azota al cielo- el barrilete que remonta detrás, en la canchita con sus colores de otoño. El niño sostiene la piola con sus manos y ve en el cielo, con la cola larga su barrilete allí arriba, y cuando viene un remolino empieza a "colear" - a moverse hacia un lado y al otro, dando una vuelta como en su propio eje - la mano lo sostiene fuerte, se tira hacia atrás casi con todo su peso para que se tranquilice, como un caballo que está corcobeando que da patadas hacia el aire, así está el barrilete hasta que se normaliza, la tensión desaparece en el niño, reaparece la tranquilidad y desea estar al lado del barrilete volando los dos con una cuerda que lo sostenga desde la cancha él mismo.
DESPERESOME

Agarra el cielo

con manos matinales

y el quejido sale

también de los pies

palabra flaca

estirada en la longitud humana

-buen día- dice

el eco contesta -dice-
hola,hola,

sonaron las campanillas

allí quede sentado

hola,hola,

quise entrar
vi un cartel - cerrado-

hola,hola,

di vuelta los ojos,

luego la cabeza

hola, hola,

abrí la puerta negra

y el sillón chorreado, de sol.
va llover hoy - dijo el mameluco azul posado en la camioneta, le hechó un chupón al cigarro y continuó- las hormigas se pasean ida y vuelta, en aquellas baldosas- tiró la colilla y marchó en dirección a casco blanco. Lo miró con sus ojos claros y la nariz puntiaguda, le hizo seña para que lo ayudara con el cemento, ya no era hora del almuerzo, había que trabajar. Aquel dejó seguir las palabras de igual modo que los autos en la calle, miró hacia la botella de agua y no la agarró.
Mamelucos. Cascos blancos. Van y vienen como hormigas destruyendo.

Se saborea....

Se saborea la briza, el perfume de la lluvia. Llega desde afuera el sonido limpio de una cortadora de césped, constante. Vistes como de verano, con el vestido floreado, tu cabello recogido por invisibles. Frena la cortadora por un instante, dando la entrada al saludo, a tu mano, un beso en la mejilla, el aroma de la piel sobre la mía. Ya no estamos solos en este día de lluvia
bueno, hoy comenzaremos en este sitio, es la primera vez que estoy aquí pero podríamos hablar de las esperas en los colectivos, en las cabinas telefónicas, en los baños públicos. Estas esperas me ponen de cierta manera como a nacho. Nacho estaba sentado frente a la pc, no sabía muy bien que era lo que esperaba, no sabía nada de su espera si ya habría terminado o seguiría en espera. Se acordaba de su espera y del resto de la gente que estaba arriba en la montaña, ya con sus copas de vinos brindando, no se, si la noche buena pero si sabía que estaban rodeados de sol, de perros, esos perros con un poco de sarna que quisieran más comida y allí esta el gato que le roba su comida. Nacho esperaba y esperaba en frente de su pc que nada sabía ya que esperaba, pero seguía recordando de Susana que le estaría esperando con su boca suave y húmeda de vino, y su copa siempre abierta. En esos momentos Nacho inclina la cabeza hacia atrás, soñando con ese cielo, bebiéndolo desde el recuerdo, de todos sus momentos - recuerda esa ves que estaba sentado en la mesa comiendo con su familia que ya hacía 24 años de este acontecimiento que nacía su mente hacia el recuerdo que lo acompaña desde ahí, que sabe de sus raspones más dificultosos, de sus caídas de techos que nunca se pudo olvidar- recuerdo que acompaña a esta espera, y se realzan.
Nacho, hay nacho, que dirías si estas frente a todos, a todos tus recuerdos que vienen y esos que están ocultos hasta que se te brinda como primero, oh, nacho que dirías tú en todas las palabras pronunciadas por el recuerdo y el café con leche a la mañana con tostadas y miel que siempre esperabas en esos días de invierno crudo al lado del calefactor, y la mano que te servía era tu padre, nacho que dirías tú si ya habrías terminado con la pc y te reunirías en la montaña con tus pares y una copa en la mano.
-adiós-dijo y se fue